Buenas noches.
La siguiente publicación no es nada más que una simple introducción a un trabajo que, ojalá sea el caso, durará mucho tiempo. No es para nada el proyecto personal más serio de mi vida, ni lo es para cada uno de aquellos que aportarán en esta página, y no obstante, será la ventana a la parte más profunda de nosotros.
Mientras comienzan a sonar las primeras tonadas de “Einsamkeit” de Lacrimosa, me siento entusiasmado de compartir un lugar mucho más que algo extra, sino que un sitio de conexiones internas, sentimentales y cognitivas, donde no sólo fluirán los vómitos adormecidos de un rato aburrido, sino que también será el albergue de momentos intensamente vividos y redactados en una hoja de papel, en un documento de word o en el aire de una conversación desinteresada. Ninguno de los autores se manifiesta pleno conocedor de los temas que se abordarán en las distintas reseñas, revisiones, críticas u opiniones, sino que por el contrario, buscan relatar en palabras simples y contemporáneas lo que les dicte el corazón decir. No lo haremos para los críticos, no lo haremos para los amantes del buen arte, no lo haremos para testear el paladar de cada visitante, y ni siquiera lo haremos para ser el blog más visitado de todos. Simplemente queremos adueñarnos de un espacio que por fin pueda decir que es nuestro, ya que el maldito mundo en el que vivimos no es lugar honesto para desahogar esos pequeños dolorcitos, sinsabores y lapsus que nos hacen caer en el estado zombie en el que vivimos la mayoría del tiempo.
Una vez que Opeth me empieza a romper la cabeza con “Deliverance” en vivo (sí, el del DVD “Lamentations”), voy a dejar de lado mi intento de digestión por parte de todo aquel que se digne a leer esta presentación y dejaré que el tiempo se haga dueño de mis manos, para comenzar a guardar en este empolvado estante todas aquellas cosas que nos gustaría guardar y que sólo a nosotros nos importan.
Arkänus.-
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